Todos lo sabemos. Hay momentos.
Cada hora del día,
cada día del año,
lo son y lo saben.
Las sombra mas largas
y las sombras mas cortas.
Ese olor al magnolio,
sólo en Diciembre.
En Agosto, los aromos.
El silencio en la noche,
nos lo cuentan
y nos llaman.
Sin embargo los hombres
que vivimos encerrados,
los hombres de las jaulas,
los hombres ocupados,
los hombres olvidados,
los hombres engañados,
(Y también las mujeres,
ai menos en cuanto hombres)
Los que nos creemos grandes
y somos como hormigas,
de hormiguero grande.
de hormiguero oscuro,
de hormiguero negro.
Igual que las polillas
nos golpeamos de cabeza
en barreras que no vemos,
en ventanas cerradas y no vemos las abiertas.
Se nos abren las puertas nos esperan, nos rechazan
se nos cierran.
Nos envuelven o iluminan,
nos seducen
nos atrapan.
o se van.
Nosotros,
murciélagos idiotas
que perdieron su radar
nos vamos dando tumbos
destrozando alas y paredes.
Rechazando tesoros
que no vemos,
escupiendo manjares,
no escuchando sirenas.
Somos ciegos, sordos, mudos,
que no saben
que están muertos,
que no saben.
Desiertos secos
jugando a jardines.
niños pequeños
olvidados, escondidos,
niños pequeños,
perdidos, perdidos.
Instrumentos preciosos,
que no suenan,
nadie sabe tocarlos.
Instrumentos sutiles
usados como asientos.
como trancas,
como armarios.
Esperemos el momento
en que una lágrima aguarda.
Esperemos el momento
de llorar esta miseria.
Esperemos el momento
de sentir este dolor.
En que sintamos el olor
de nuestra carne gangrenada.
Esa puerta es la primera.
Esta puerta es la primera.
Por ella todos pasan,
si es que pasan.
Sin ella, no hay visión, sólo ceguera.
Es una puerta angosta,
(el ojo de la aguja).
Oscura.
duele.
Pero es bella
porque abre.
nos espera
Es el primer momento,
el primer momento verdadero.
El escape del encierro.
No es posible evitarla.
No es posible engañarla.
Esfinge cruel
Diosa verdadera.
Su nombre es: Dolor,
su nombre es: Miseria.
No es la única puerta,
es sólo la primera.
Nos llama ahora.
te llama ahora,
a ti te espera,
si sientes la tristeza
de la estúpida espera
El dolor,
el desgarro, el desconsuelo,
la tragedia
de este largo destierro.
Avanza. Salta. Ven.
Grita. Llora.
Sufre.
Recuerda el sol que abandonaste.
Mira tu ceguera,
llora tu ceguera.
tu prisión,
tu olvido,
tu dolor,
tu pena.
Las lágrimas lavan,
las lágrimas llaman.
El dolor es amor,
es amor olvidado,
es amor perdido,
es amor que duele,
es amor que falta,
es amor que grita,
es amor que llama.
Abre la puerta y pasa.
Abre la puerta, y entra.
Abre la puerta y llama.
Hay guías que te esperan,
hay dioses,
que te esperan.
Avanza, no temas,
son dolores pasados.
esperando caer,
irse al suelo.
Pesos muertos,
que se fueron.
Huellas antiguas
que hasta la puerta te llevaron.
Pasa la puerta
que es la primera.
Luego,
toda la vida te espera.
Toda tu vida te espera.
Cada momento te espera.
Espera abrirse.
A ti te espera.
Pasa ahora,
luego,
ya,
si es tu momento,
Si no lo es,
espera.
Si lo es,
es ahora,
luego,
la puerta se cierra.
Por extrañas y cibernéticas razones quedó "impreso" de esta manera extraña.
ResponderEliminarDecido dejarlo así
Espero que esa impresión en vez de ser un accidente que oscurezca al mensaje ayude a la "impresión"
Mas que nunca espero lector tus comentarios
Linda poesía, es como una mirada esperanzadora a las poesías de Bukowski; una pausa que otorga sentido al peso, significado al silencio, amor al vivir.
ResponderEliminarMe impresiona como sentida, espontánea, con toques de agudeza y contrapunto.... me gusta!....Talvez un poco de poda en algunas secuencias repetitivas que parecen querer agotar los adjetivos...con eso pierde algo de fuerza y se opaca un tanto la transparencia del fondo.
ResponderEliminarVas por buen camino....felicitaciones!